Persecución

La Santa Madre Iglesia se inventa Heroicos Orígenes

Sources:
Michael Walsh, Roots of Christianity (Grafton, 1986)
Arthur Ferrill, The Fall of the Roman Empire (Thames & Hudson, 1986)
Edward Gibbon, The Decline & Fall of the Roman Empire (1799)
Michael Grant, The Climax of Rome (Weidenfeld& Nicolson, 1996)
Chris Scarre, Chronicle of the Roman Emperors (Thames & Hudson, 1995)
Robert Wilken, The Christians As the Romans Saw Them (Yale UP, 1984)
Keith Hopkins, A World Full of Gods (The Free Press, 1999)
J. D. Randers-Pehrson, Barbarians & Romans (BCA, 1983)
Robin Lane Fox, Pagans & Christians (Viking, 1986)

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Kenneth Humphreys
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23.06.07 

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La Guerra de Roma contra el Terrorismo

Los fanáticos religiosos, rechazando los valores culturales de un mundo cosmopolita, y convencidos de que solo ellos conocen la voluntad de Dios,  desafiaron los esfuerzos de los más capaces emperadores romanos tendientes a lograr un consenso y la unidad.

Los cristianos se mantuvieron aparte, rechazando el servicio militar y desanimando a los demás; se mofaban de los dioses estatales , e interpretaban las dificultades del imperio como el preludio profetizado sobre la destrucción de “ Babilonia” y el regreso de su Cristo.

 

 

 

Mente de un Fanático

Tertuliano – Cristiano de la Línea Dura, Entusiasta Acerca del Castigo Divino

Sois aficionados a los espectáculos, Esperad el  máximo de todos ellos, el último y mayor, el juicio eterno del universo.

Como admiraré, como reiré, cuanto me alegraré, cuando vea a tantos orgullosos monarcas, y celebrados dioses, gimiendo en el más profundo de los oscuros abismos; cuantos magistrados que persiguieron el nombre del Señor, derritiéndose en fuegos más fieros que los que encendieron en contra de los cristianos;

-Tertuliano, botando la baba al pensar en Armagedón. (Gibbon, Decline & Fall, 15)

 

 

 

 

La Mente de un Fanático

Suena conocido?

Según los preceptos del cristianismo del Siglo 2, aquellos que murieran mártires(“el bautismo dde sangre”) irían de inmediato al paraíso, y allí esperarían su reunión con sus cuerposel día de la resurrección

Tertuliano, Padre de la Iglesia, introdujo la novedosa idea de que el día de la muerte del mártir era su “cumpleaños”.

 

 

 

 

Juramento de Lealtad

Durante el reinado de Decius, todos los ciudadanos del imperio (no solo los cristianos) debían tener el ‘libelus’, un ‘juramento de lealtad’.

Mediante un pago adecuado, los cristianos ricos podían comprar éste ‘documento de excarcelación’ sin hacer el juramento.

 

 

 

 

 

 

Diocleciano y Maximino

 

 

 

 

 

 

 

 

De veras, será un cristiano?

 

 

 

 

 

 

 

 

Si no puedes vencerles, úneteles

Los poderes sobrenaturales asumidos por la iglesia inspiraron al tiempo terror y emulación… Los paganos, … se pusieron de acuerdo mutuamente en restablecer el reino de la superstición.”

Gibbon

 

 

 

 

 

 

Los clérigos medievales eran expertos en la tortura en “forma detallada”

 

 

 

 

Profanadores de Tumbas

“Tan felices estaban  los cristianos bajo e mando de Maxentius, que siempre que requerían  para su uso cuerpos de mártires, tenían que conseguirlos en las más lejanas provinciass de oriente.

Una rica matrona, Aghe, envió tres carrozas cubiertas y una fortuna en oro y plata para adquirir reliquias en Tarso.”

– Gibbon (Decline & Fall, 15)

 

 

 

Oportunidad Profesional

Corona del martirio, a alguien le interesa?

Fanáticos cristianos organizados ayudaron al golpe de Constantino en 314.

A cambio, fueron autorizados como propagandistas de la monarquía cristiana y premiados con los tesoros confiscados en los templos a lo largo y ancho del imperio.

Los obispos del siglo 4 eran pudientes,  bien relacionados y vivían en espléndidas casas cercanas a la iglesia principal, a cargo del estado.

Una triunfante Iglesia Estatal, comandando a una congregación incrédula, comenzó el proceso de “recoger sus ovejas” y fabricar un glorioso pasado, para así atraer a los paganos tontos a la nueva Fe Verdadera.

Todo hueso humano se convirtió en un mártir, y todo mártir en una leyenda de muerte heroíca.

 

 

 

 

 

Oportunidad Profesional

Estampida

“ El Patronazgo imperial incrementó colosalmente la riqueza y el status de la iglesia. Los privilegios y ventajas concedidos al clero cristiano precipitaron una estampida para ingresar al mismo.

- Richard Fletcher (La conversión de Europa, p38)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los negocios como Siempre

Bonadosos on los animales?

Durante más de dos siglos después del triunfo del cristianismo, los sangientos espectáculos romanos continuaron. De hecho, el número de delitos castigados con muerte en la arena, se incrementó.

Para el  Siglo 6 una Roma empobrecida no pudo continuar estos espectáculos de tortura y muerte humana y animal.

Los cristianos de épocas posteriores, siempre listos a voltear todo para su ventaja, audazmente  proclamaron que  el final de la carnicería se debió a su propio escrúpulo ético!

La esclavitud, considerada normal e inofensiva por el cristianismo, continuó por otros mil años.

 
 

 

 

 

 

 

 

La materia prima de los sueños.

 

 

 

Terrorismo Psicológico

La Mente de un Fanático

“Existe una persecución de los impíos, que ellos ejercen contra la Iglesia de Cristo; también una persecución justa, que la Iglesia ejerce contra los impíos…

San Agustín (Carta 185, 417 AD)

 

El  imperio Romano duró más de mil años, persiguió a los cristianos durante menos de doce años. El ‘Imperio Cristiano’ también duró más de mil años, y persiguió a los no cristianos durante todo éste lapso.

Hasta los primeros años del Siglo 2, los administradores romanos no estaban enterados de las existencia de los cristianos. Durante la siguiente generación, permanecieron indiferentes acerca de ésta oscura secta ‘Judía’ (y sus numerosas ramificaciones) pero, con el tiempo, ésta indiferencia se tornó en desprecio y disgusto.

El aún marginal, pero creciente número de cristianos encausaronlas desgracias del imperio para su provecho. Los radicales dirigieron sus energías a encausar a viudas aterrorizadas y niños abandonados, hacia la esclavitud y la delincuencia. Todo revés militar, epidemia y calamidad natural fueron identificados como censura divina y como castigo. Con entusiasmo y anticipación, los cristianos auguraban mayores ruinas y desolación. Entre las crédulas gentes de las grandes ciudades, el temor de un inminente día del juicio, y en especial, de los tormentos eternos se extendieron como una epidemia. “Babilonia” de seguro caería, y la mayoría moriría con ella.

Sin embargo, solo cuando el imperio mismo estuvo en peligro, comenzó a actuar con mano dura contra los entusiastas de Cristo, y eso solo porque su terquedad obstinada estaba minando las medidas defensivas de la civilización romana.

 

Lo malo es lo bueno

Por un concertado esfuerzo de terrorismo psicológico, los cristianos lograron desmoralizar a una población mucho mayor que la de sus precarios números. Eventualmente, la auto confianza y majestad imperiales, que  le habían disputado el mundo con éxito a los bárbaros, fueron minados y erosionados por los cristianos. A mediados del Siglo 3, el imperio comenzó a fragmentarse, con regímenes separados en Galia y Siria, y su única alternativa fue la del despotismo militar y un estado corporativo.

El Siglo 3 fue de inestabilidad crónica para el mundo romano. Luego de que la corrupción introducida por los monarcas sirios, primero la Guarda Pretoriana, y luego las Legiones de Fronteras intervinieron activamente en el nombramiento y caída de los emperadores.

La militarización del estado se reflejó en la iglesia misma, que para fines del Siglo 3, había eliminado a las cabezas pensantes democráticas, y las había reemplazado disciplinadas jerarquías.  Las facciones derrotadas, como cuerpos amotinados de tropa, se separaron y continuaron la resistencia. La corriente principal de la iglesia, consagrada la ‘ortodoxia’ doctrinal, se enfrentó al Estado Romano como una “República dentro de la República”, con su propia tesorería, leyes, magistrados y estructura de mando.

Cuando, a principios del siglo 4, los emperadores reacios a ello intentaron erradicar la amenaza pública, era demasiado tarde. Aunque los cristianos no constituían más del 5% de la población, estaban concentrados en sitios de las ciudades claves, de oriente. Cuando fueron cerradas las iglesias, el palacio imperial en Nicomedia fue incendiado dos veces. Cuando los fanáticos fueron arrestados, un ambicioso príncipe de occidente, Constantino, se convirtió en el patrocinador de los fanáticos cristianos, constituyéndose en su patrocinador y protector.

 

Roma y los cristianos: El Mito de la “Persecución”

Emperador
Reino
Duración de la Persecución /Sitio/Víctimas
Nerón
54-68 
Durante varias noches  en 64AD, el jardín  fue iluminado por una “vasta multitud” de cristianos usados como antorchas. Buen, éste es el mito.
 
Galba, Otón y Vitelio
69

No existe evidencia de que el gobierno romano ni siquiera estuviera conciente de la existencia de los cristianos, mucho menos de que se molestara en perseguirlos.

Domiciano ejecutó a  su  primo Flavio Clemente, y expulsó a su única sobrina Domitila. La condena fue por ‘ateísmo’ y por ‘judaicismo’, el cual les ha permitido tanto a cristianos como judíos proclamarse ‘mártires’. Dado que posteriormente  el liberto de Domitila asesinó al emperador, el episodio fue claramente de intriga palaciega, y no de ‘persecución’.

 
Vespasiano
69-79
Domiciano
81-96
Nerva
96-98
Trajano
98-117

Famosamente dijo a Plinio ‘no hacer seguimiento a los cristianos’  ni utilizar acusaciones anónimas.

La ignorancia de Plinio sobre los cristianos, excepto por haber oído acerca de su nombre, es evidencia cierta de que no existían leyes contra su secta.

 
Adriano
117-138

Adriano tuvo que sostener una guerra de tres años contra fanáticos judíos, y los despreciaba, así como por extensión a los cristianos, pero continuó la política de tolerancia de Trajano .

Antonio Pio
138-161

Continuó la política de tolerancia de Trajano.

Otro “disturbio local” tuvo que ser inventado  para explicar el chocante cuento de los supuestos 50 mártires en Lión, Galia en 177.

Marco Aurelio
161-180

Tratando desesperadamente de defender el imperio contra sus enemigos, Marco amenazó con exiliar a quienes propagaran supersticiones enfermizas.

“Un disturbio local” tuvo que ser hecho aparecer  para explicar el pretendido martirio del obispo Policarpo, de 86 años, en 155, 165 o 177!

El alegado juicio y martirio de Justin Priscos apodado Justino el Mártir (100-165?) en Roma.

Cómodo
180-192

Al disoluto hijo de Marco no le interesaban  los cristianos.  Posiblemente debiera haberse interesado más en ellos. Una de sus concubinas, la cristiana Marcia, fue cómplice de su asesinato en 192.

Pertinax, Didius Juliano
192-193

Sin evidencias de persecución

Septimio Severo

Soldado aristócrata norte- africano. Durante su reino, las  iglesias se convirtieron en grandes propietarias de tierras y adoptaron la costumbre de dar 'obsequios’ a los gobernadores provinciales.
193-211

En 202 Septimio emitió un decreto prohibiendo pasarse al judaísmo (Judeus fieri).  Posteriores escritores cristianos reinterpretaron el edicto  – probablemente nada más que una prohibición de la circuncisión – como una “persecución al cristianismo”.

Clemente de Alejandría (c150-215) hizo la afirmación: “Muchos mártires son diariamente quemados, confinados, o decapitados, delante de nuestros ojos”, aunque no hay nada que confirme tal afirmación.

En una escena digna de Monty Python, parece que el joven Orígenes (182-215) se salvó porque su madre “escondió su ropa”. Aparentemente su padre, Leonidas, fue decapitado. Tiempo después, Orígenes fue visitado por una curiosa emperatriz Mamaea.

Tertuliano (160-220) en Cartago clamó:

Los cristianos son culpables de toda desdicha  y de  todo desastre público. Si el Tíber crece hasta los bordes, si el nivel del Nilo no sube hasta inundar los campos, si el cielo guarda su lluvia, si tiembla o hay hambruna, por ahí derecho se levanta el grito: “Con los cristianos a los leones!" (Bruce, p180)

Debemos creer esto?  Las invenciones de Tertuliano incluyen a Marco Aurelio rindiendo honores a soldados cristianos, y al emperador Tiberio como un cristiano tapado! Gibbon comenta burlonamente como es que el intransigente fanático no fuera objeto él mismo del martirio!

Cartago también proporciona el relato de una muchachita, cruelmente torturada, luego hervida en una olla de brea hirviente, con su madre, y también la historia de Perpetua, joven mujer noble, y Felicitas, una esclava, cogidas de la mano y besándose antes de ser arrojadas a los animales salvajes. (Interesante escogencia de nombres, no cree?)

Caracalla
211-217

Sin evidencia de persecución

(Unos 25 emperadores)
217-249
Decius

Soldado-aristócrata de los Balcanes, y primer emperador en morir en combate con un ejército enemigo

 

249-251

250-251

Luego de medio siglo de caos, Decius trata desesperadamente de restaurar la estabilidad  y la unidad del imperio y ‘la paz de los dioses’ (pax deorum). Asigna a comisionados itinerantes, que le exigen a todos los ciudadanos honrar a los dioses tradicionales con aspersiones de incienso en un brasero, o vaciando libaciones a la salud del emperador. Los ciudadanos leales recibían un documento de cumplimiento (libellus)

La consecuencia verdadera de la política de Decius (que no estaba dirigida específicamente a los cristianos) fue causar división entre los grupos de seguidores, aislando a los extremistas.

Los historiadores cristianos regocijadamente  miran esto como “la primera persecución real” porque algunos fanáticos rehusaron brindar por el emperador, y provocaron la retaliación estatal.

Decius murió combatiendo a los godos, y el imperio volvió al caos.

Mártires: El obispo Fabián de Roma, Babilón de Antioquía, y Alejando de Jerusalén y el martirio ‘para adultos’ de Santa Ágata, aparentemente a manos de un senador! Por poco más de un año, Roma estuvo sin obispo.

 

Gallus
251-253

252 Arresto y aprisionamiento del papa Cornelio.

Las plagas asuelan a Roma.

Pérdida de Siria los persas.

Valerio

Aristócrata quien confió el imperio de occidente a su hijo Gallienus. Sufrió la ignominia de ser usado como un apoya pies por Sapor I, antes de ser azotado, para diversión de los cristianos.
253-260

Valerio peleó una desesperada lucha en el frente persa, fue capturado y muerto. El descontento en el ejército era su mayor preocupación, y Valerio trató de expropiar la riqueza de la iglesia para apoyar el esfuerzo bélico.

El edicto de 257 ordenó a los clérigos hacer sacrificios a los dioses del estado, so pena de exilio y expropiación de propiedades.

Ejecución sumaria en 258 de un clérigo quien se negó a hacerlo.

Mártires: papa Sixto II, su diácono Laurencio, y seos otros diáconos. Aparentemente, Laurencio fue asado lentamente en una parrilla, y como resultado (realmente?) se convirtió en el santo patrón de los cocineros. La leyenda dice que tuvo los arrestos de decirle a sus ejecutores “Voltéenme para el otro lado, por éste ya estoy bien asado.”      Bueno, no quisiéramos un santo a medio asar, no es así?  

En Cartago San Cipriano, exilado durante el primer edicto, fue repatriado y descabezado en público. Como una indicación de estos tiempos alterados, durante el obispado de San Cipriano, perecieron 4 emperadores romanos con sus familias.

“Es de notar que, de tantos obispos en la provincia de África, Cipriano fuera considerado el primero digno de obtener la corona del martirio.” – Gibbon.

 

Gallienus
253-268

No existe evidencia de persecución durante medio siglo. Celebrada es por la iglesia la “Paz de Gallienus”. La Iglesia se convierte en propietaria de tierras y bienes. Los obispos frecuentan la corte imperial.

 

“Los emperadores permitieron a los cristianos a su servicio hacer de la libertad de culto un asunto gloriosos”

- Eusebio de Cesarea

 

Claudius Gothicus
268-270
Aureliano
270-275
(Varios otros emperadores)
 
275-284
Diocletian

Diocleciano, hijo de un esclavo liberto, quien llegó a emperador. Durante 18 de sus 20 años de reinado toleró a los cristianos. Aún su esposa y su hija tuvieron interés en dicho culto.

 

“La provincias orientales, bajo el control de Maximino y Constancio, fueron escasamente afectadas”

Ferril (p202)
284-305

303-305

Luego de la guerra pérsica de 297-298, el césar Gallerius devino crecientemente preocupado por los Judíos desafectos y los cultos orientales fanáticos, en especial los cristianos. Hasta su propia esposa, (hija de Diocleciano) se había estado mezclando con seguidores cristianos! Adoptó una política de que sus soldados y administradores debían reafirmar su lealtad ofreciendo sacrificios a los antiguos dioses. Los que se negaban, eran despedidos.

Durante el invierno del 302/303 Gallerius urgió a Diocleciano tomar una posición más firme sobre el cristianismo. Como resultado, Diocleciano y Maximino se reunieron en Roma y conjuntamente emitieron sus infames leyes.

En febrero del 303 se promulgó un edicto ordenando la destrucción de  iglesias y libros sagrados,  pena de muerte para reuniones secretas, y pérdida de derechos civiles y cargos públicos para los cristianos prominentes.

Un obispo africano, Felix, fue decapitado al negarse a antregqar los libros. Esto llevó a una estampida de otros que los entregaron, los llamados ‘Traditors’. Se reportaron algunos mártires en España, pero ninguno en Inglaterra.

Posteriormente durante el 303 un nuevo edicto ordenó el arresto y prisión para todos los clérigos cristianos, quienes, no obstante, eran soltados si ofrecían  sacrificio a los antiguos dioses.

En abril del 304 un edicto final fue emitido ordenando que todos los cristianos – clérigos y laicos  - debían ofrecer sacrificio so pena de muerte. Pero solo un año más tarde, en Mayo del 305, luego de toda una vida de servicio al imperio, el anciano emperador se retiró, y la persecución fue detenida.

 

Galerius

Galerius, hijo de un pastor griego, llegó a ser emperador de Roma.
293-311

303-311

La persecución estuvo confinada a las provincias de oriente, durante 3 años. Un edicto de Galerius en 308 ordenó que todos los varones, sus esposas e hijos, debían ofrendar a los dioses, y “todas las provisiones en el mercado rociadas  con vino sacrificial”.  Cruel, verdad?

Poco antes de su muerte, el emperador Galerius emitió un Edicto de Tolerancia, en abril del 311.

Hemos estado especialmente preocupados por que aún los cristianos, que han abandonado la religión de sus ancestros, regresen a la razón.

Maximino Daia
305-313

Reanudó la persecución luego de la muerte de Galerius, pero en cuestión de meses tuvo que abandonar esa política para pelear una guerra con Licinius. Perdió, huyó y murió.

“La derrota de Maximino prontamente liberó a la iglesia de su  último y más implacable enemigo.”

- Gibbon

 

Constantino
306-337

El  “Salvador”  del cristianismo triunfa.

 

5-4-3-2-1

En 286, Diocleciano promovió a su colega de confianza Maximino al cargo de Augusto. Siete años más tarde, nombró a dos nuevos césares, Constancio, a quien le correspondió la Galia y Britania en occidente, y Galerio, a quien le fueron asignados los Balkanes en oriente. La intención fue mantener una presencia imperial en todos los sectores del imperio, y prepararse para una sucesión ordenada del imperio. El 5 de mayo del 305, Diocleciano abdicó, forzando a su cogobernante  Maximino a hacer lo mismo. Constancio y Galerio se convirtieron en los nuevos Augustos, y dos nuevos Césares fueron escogidos, Severo en occidente y  Maximino Daia – sobrino de Galerio - en oriente.

Maximinus Daia (Maximino) estableció su corte en Casarea, y mandó sobre Egipto, Siria y Asia Menor.  Aunque estas eran las más ricas provincias del imperio, también presentaban a Maximino los más polémicos problemas con los radicales judíos y cristianos.

En 306 sucumbió el manejo ordenado del imperio. El enfermizo Constancio falleció. Severo ascendió a Augusto,  pero el ambicioso hijo de Constancio – Constantino – forzó su aceptación como César desde su fortaleza en Trier. Luego otro descontento, Maxencio, el hijo de Maximino, se auto proclamó Augusto en Roma.

Galerio, el monarca más antiguo, convocó a una conferencia en Carnuntum a finales del 308 para resolver los asuntos pendientes. Severo había  caído en la lucha contra Maxencio, y Galerius nombró a Licinius, otro colega de armas, para reemplazarlo. Pero Licinius optó por permanecer con sus tropas en los Balkanes en vez de actuar contra Maxencio en Italia.

Así, durante los años inmediatamente precedentes a la famosa “Batalla del Puente Milvian”,  5 príncipes paganos competían por el mando del mundo romano: en occidente, Constantino en Galia, Maxencio en Italia, Licinio en los Balkanes, Galerio en Nicomedia, y Maximino en Cesarea.

Galerio y Maximino, enfrentando un “problema cristiano” que desmoralizaba a sus tropas y causaba alarma en las ciudades, adoptó una política de línea dura contra los obstinados fanáticos. Licinio le dio marcha atrás a  ésta política oficial. En occidente, donde las facciones romana y de Cartago mismas estaban en conflicto, Maxencio adoptó una política de tolerancia con la esperanza de obtener para su propia rebelión. Constantino, en la pagana Galia, donde no existía el problema cristiano, para no ser aventajado, se autoproclamó “protector de los cristianos”.

Y luego, en 311, Galerio falleció. Licinio y Maximino dividieron oriente por el Bósforo, Maximino tomando posesión del corazón del imperio. Sus emisarios buscaron alianza con Maxencio en Italia. Al año siguiente Constantino hizo su movida y aplastó a Maxencio en el puente Milvian.

Ahora tres príncipes competían por la supremacía.

En éste tardío momento, Maximino intentó derrotar a sus adversarios cristianos en las grandes ciudades orientales, organizando apresuradamente a los distintos sacerdocios paganos en una jerarquía unida para enfrentar a la cristiana. A pontífices y altos sacerdotes metropolitanos, nombrados  por las familias nobles, les fueron concedido concedidos poderes de magistrados para hacer cumplir los edictos sobre sacrificios. Se restauraron los templos y se introdujeron vigorizados ceremoniales.

“ El celo y rápido avance de los cristianos despertó  a los politeístas de su supina indiferencia a la causa de aquellas deidades a las cuales sus costumbres y su  educación les había enseñado a reverenciar” 
- Gibbon

Mientras tanto, el astuto Constantino se valió con Licinio, para repartirse el mundo. Reunidos en Mediolanum, Constantino casó a su hermana con su antiguo rival y juntos promulgaron el llamado ‘Edicto de Milán’, concediendo a los cristianos (y a otros) libertad de cultos. Era una política diseñada para causarle a Maximino la mayor dificultad. Enojado, condujo sus tropas a marchas forzadas a través de Asia Menor, en medio del invierno, a tomar Bizancio por asedio.

El contra golpe de Licinio con tropas frescas derrotó a las fatigadas de Maximino, quien huyó a Tarsus. Se enfermó y murió – para felicidad de los obispos cristianos. El triunfo de Licinio fue efímero. Habiendo eliminado al más implacable enemigo de Constantino, éste le devolvió el favor destruyendo la tropa de Licinio y eliminando a su aborrecido cuñado. De ésta manera emergió al mundo un monarca cristiano altamente calificado.

 

Conteo de Cuerpos

“ Se los relatos de Eusebio sin embargo puede colegirse que solamente nueve obispos fueron sometidos a la pena de muerte; y estamos seguros, por su particular enumeración de los mártires de Palestina, que no más de noventa y dos cristianos eran acreedores a tal denominación honoraria…

- Gibbon, Decline & Fall, 16

Gibbon calculó 1500 mártires para la década completa de persecuciones en el más populoso oriente. La provincias occidentales fueron poco afectadas, y las persecuciones que tuvieron lugar fueron de corta duración. En total, entonces, el asalto pagano contra los cristianos, a lo largo de un período de 300 años, cobró “algo menos de dos mil personas”.

Es posible comparar ésta cifra contra cualquier otra. Las víctimas de procesos de brujería, incineraciones y linchamientos durante los años 1300–1800  se sitúan conservadoramente entre 35.000–65.000 (y algunos estimados son mucho mayores). Las víctimas de la Inquisición, algunas veces estimadas especulativamente en millones, en cualquier caso excedieron con creces cualquier cifra que se pueda imaginar respecto de los emperadores romanos más crueles. Gibbon mismo presenta la comparación con los 100.000 protestantes holandeses enviados al cadalso por el católico Carlos V.

Pero la verdadera comparación es entre los miles de años de la civilización greco-romana y los 15 siglos de oscuridad que siguieron…

 

El Tiempo de la Venganza: El Jardín de las Torturas Cristianas

‘A dondequiera que dirigimos la mirada, los obispos estan  estimulando a las patronos y hacendados, a tomar acción firme y coercitiva para cristianizar a los campesinos…

Les guste o no, esto es lo que nuestras fuentes de información nos indican una y otra vez. Las demostraciones de fuerza del dios cristiano significaban conversiones. Milagros, portentos, exorcismos, incineración de templos y destrucción de lugares de culto eran en sí mismos actos evangelizantes.”

- Richard Fletcher (La conversión de Europa, p 45)

Con el triunfo de Constantino los locos quedaron en posesión del asilo. Sus locuras se convirtieron en la única visión aceptable del mundo. Disparates demoníacos, concebidos en la mente trastornada del piadoso teólogo, poblaron el mundo natural con fantasmas monstruosos y situaron a los familiares  de Satán en toda preciada fuente de agua fresca, o arboleda memorable. Descripciones cada vez más horrorosas del infierno, infundían pavor. Toda población o aldea estaba contaminada con maldad sin límites – cuya única cura era la completa sumisión a la Santa Madre Iglesia y a sus rapaces agentes.

Constantino se situó a la cabeza de las fraternidades cristianas, premiaba a los obispos y obtenía de ellos su adulación y reverencia. El fanatismo fue puesto en servicio como la propaganda de un monarca divino; fanática  devoción era exigida  no solo a los paganos y escépticos, sino a los mismos hermanos cristianos, que no habían captado bien la verdadera naturaleza de la revolución política, no estaban concientes de adaptarse suficientemente a la servidumbre en el reino de éste mundo, y aún así, dirigir su mirada nostálgica a un anticipado reino celestial. Los monarcas cristianos sobrepasaron en arbitrariedad y crueldad los atemperados intentos de los césares para eliminar tales pensamientos inaceptables.

 

 

 

 

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